Buenas, ha pasado un tiempo pero acá vengo con otra reseña de un libro bastante... particular.
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes,
Tatiana Țîbuleac
Sinopsis: Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.
Reseña: Hay libros cuyas premisas nos pueden resultar repetitivas, pero cada historia es diferente y hay algo que la hace destacarse de las demás, El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes no es la excepción.
“Mi madre tenía unos ojos verdes tan bonitos que parecía un despropósito malgastarlos en un rostro fermentado como el suyo."
Aleksy es un joven inglés de dieciocho años que ha terminado la secundaria en una escuela para chicos especiales dónde ha vivido por siete años. Su verano lleno de promesas se ve opacado por la oferta de su madre de que ambos pasen el verano en un pequeño pueblo francés dónde, para desconocimiento de Aleksy, la relación con su madre e incluso su visión sobre la vida van a cambiar para siempre.
Me tomé el atrevimiento de quitar un par de oraciones de la sinopsis principal porque siento que rebelan parte de la historia, cuando en realidad lo único que tienen que saber antes de adentrarse a este libro es que narra una relación madre-hijo completamente diferente, que atraviesa todos los horizontes de lo que uno puede llamar "malo". Aleksy nos cuenta, en primera persona y ya como un adulto, cómo fue aquel verano que lo cambió para siempre.
Lo que se destaca de esta historia más que otra cosa es la voz de su protagonista, llena de rabia, decepción y humor negro pero que, a medida que avanza la historia, se va suavizando pero solo apenas. Los capítulos son cortos y la historia dentro de todo avanza rápido así que es fácil perderse en ella y la escritura es también bastante cruda.
“Resulta curioso que pueda construirse una vida nueva a partir de los desechos de otras personas."
A medida que acompañamos a Aleksy a transitar ese verano, tenemos ciertos flashes que nos llevan al pasado para conocer porqué éste adolescente es como es y las causas de la fricción en la relación con su madre, a la vez que nos mueve al futuro, el presente de Aleksy, donde todo está cambiado y diferente.
Amé que el lugar de los hechos sea en un pequeño pueblo y lo bien que la autora retrata la vida en el lugar es fantástica, sin duda hay mucho detalle dentro de lo que son los escenarios, los objetos, las sensaciones, lo que hizo esta experiencia de lectura muy atrapante y parte de lo que la hace única.
Los cambios (¿o avances?) en la relación de Aleksy con su madre se sintieron muy realistas y sus diálogos fueron de lo que más me gustaron porque eran directo al hueso. Así es como puede definirse a esta historia, que a simple vista no parece una historia fuera de lo común, pero su narrador y la escritura la hacen resaltar de otras. Si bien creo que trata algunos temas, como el de las enfermedades mentales, con cierta liviandad y me hubiera gustado ahondar más tanto en el pasado como en el futuro-presente de Aleksy para ver con mayor claridad lo diferente que es el protagonista pero entiendo que el hilo central de la historia es la relación con su madre, lo cuál sí va cambiando constantemente.
No creo que sea una historia para cualquiera, justamente por la forma en que está escrita, pero sí creo que el que quiera, puede darle una oportunidad y se va a encontrar con una historia chocante y emotiva.